Invertir en mi mismo: el Poder de la Educación

¿Por qué cada puesto de trabajo tiene diferente remuneración? ¿Existe alguna manera de poder influir en mi remuneración o, por el contrario, estoy predestinado? Para ambas preguntas la solución es la inversión en educación.

En primer lugar, los salarios dependen del valor añadido que ofrece el trabajador. Así pues, si el fruto de su trabajo genera altos ingresos para la empresa, el salario del trabajador también será alto. Coincide que, estas tareas cuyo valor añadido es alto suelen ser las más complejas. Mientras tanto, las que aportan un valor añadido menor, pueden ser realizadas por un mayor número de personas sin apenas formación especifica para el puesto.

De esta forma, invertir en estas habilidades conlleva mayor salario en el futuro. La educación la podemos analizar mediante dos vertientes: mediante la teoría del capital humano y mediante la teoría de la señalización:

– La teoría del capital humano se basa en la acumulación de conocimientos de forma que, tras terminar el proceso formativo, esta persona sea más productiva en el desarrollo de su trabajo. Es una teoría que sigue la misma línea que la acumulación de capital: si yo en una nave incluyo diferentes maquinas que me ayuden en mi proceso productivo, podré producir una mayor cantidad de bienes en el mismo tiempo.

– La teoría de la señalización parte desde el punto de vista opuesto: esta persona ya tiene los conocimientos requeridos para desempeñar ciertas labores, pero no tiene una manera de probar dichos conocimientos. De esta manera, decide obtener un titulo que acredite que es válida para dicha práctica profesional. En este caso la educación no aporta las aptitudes, sino que simplemente certifica que estas existen.

En la educación, como en cualquier otra inversión, no todo euro invertido en cualquier modalidad nos genera el mismo retorno. Es importante conjugar dos aspectos fundamentales: que uno se dedique a aprender sobre un campo que entre dentro de sus preferencias y que dicho campo sea demandado por el mercado. De nada sirve estudiar durante 2 años el mantenimiento de las lámparas de aceite cuando estas fueron sustituidas por las lámparas eléctricas.

En conclusión, la inversión en el conocimiento es una de las mas rentables ya que nos aporta las herramientas para desempeñar una o varias tareas además de que nos señaliza como tal. Sin embargo, no toda educación es equivalente: para que esta inversión sea lo mas efectiva posible, nuestras competencias deben estar demandadas por el mercado.

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