¿Es viable el coche eléctrico?

En poco menos de un mes, el 30 de noviembre exactamente, la movilidad en Madrid marcará un antes y un después. La aprobación de Madrid Central prohibirá desde este día la circulación, en su área delimitada, de aquellos coches que emitan gases contaminantes, salvo determinadas excepciones. La aprobación de esta restricción a la movilidad en la capital de España nos lleva directamente a pensar cuál es la alternativa.

El coche eléctrico se ha extendido a pasos agigantados durante la última década. Las continuas amenazas de las administraciones públicas a la restricción de la circulación de los coches convencionales y el miedo a las sanciones han impulsado cada vez a más familias a optar por esta nueva tecnología. Sin embargo, el coche eléctrico aún presenta una serie de problemas que dificultan su mayor implantación.

El coste de este tipo de vehículos

El coste de este tipo de coches es aún más elevado que el de los automóviles convencionales. Aunque los precios han bajado en los últimos años, para una familia media aún sigue siendo costoso elegir esta tecnología cero emisiones. La consecuencia es que las familias menos pudientes tendrán prácticamente imposible circular por las áreas como Madrid Central.

Su autonomía

La autonomía de estos coches aún es muy limitada. La media de un turismo está en torno a los 400 kilómetros. Esto supondría que, por ejemplo, para viajar entre Madrid y Barcelona deberíamos hacer una parada para recargar nuestro vehículo si no queremos quedarnos tirados en medio de la carretera. A este problema, se le unen otros dos: la escasa cantidad de electrolineras disponibles en nuestro país y el tiempo de carga del coche (aproximadamente una hora).

Capacidad de generación eléctrica

Por último, tendríamos que preguntarnos si existe capacidad de generación eléctrica para aguantar la demanda generada por un gran número de coches enchufados durante la noche. En caso de querer aumentar esta capacidad se tendría que realizar utilizando centrales de ciclo combinado o carbón. Y dado que las energías renovables dependen de condiciones climáticas, la única manera de garantizar que la demanda queda cubierta sería mediante las energías fósiles. El aumento del uso de estas fuentes encarecería la factura de la luz, así como aumentaría las emisiones, compensando las que se reducen al cerrar áreas de las ciudades al tráfico de coches contaminantes.

 

En conclusión, la próxima entrada en vigor de Madrid Central y la presumible adopción de estas medidas por parte del resto de ciudades hace que cada vez más familias se decanten por el coche eléctrico. Sin embargo, el grado de desarrollo tanto de la tecnología como del sistema eléctrico en nuestro país hacen que la adopción total de este tipo de tecnología no sea inminente.

Economista

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