Cuotas de poder en escenarios de votación

La difícil gobernabilidad que tiene España es un hecho como se viene observando desde el pasado 20-D. Nuestro país se enfrenta a un panorama muy fragmentado que obliga al debate y al diálogo. El nuevo escenario multipartidista demuestra que tanto el bipartidismo en votos como en escaños es cada vez más débil. El PP ha obtenido su peor resultado desde 1989 y el PSOE el peor de su historia. No ha sucedido así para los partidos emergentes, quienes han obtenido unos resultados espectaculares, tanto es así que el secretario general de Podemos se atreve a disputar la hegemonía de la izquierda en votos. Ante esta situación, ¿cómo puede formarse el nuevo gobierno?

Ya desde unos años antes del comienzo de la Guerra Fría muchos economistas se preocuparon por estudiar las llamadas situaciones de conflicto, las cuales abarcan desde escenarios bélicos, pasando por el reparto de los costes entre municipios de una planta depuradora hasta llegar a la medición del poder en los consejos de administración de las empresas. Por su aportación a la materia destaca el actual conseller de economía en Cataluña, Andreu Mas-Colell, quien en sus tiempos de académico desarrolló una de las herramientas que ayudan a calcular cuotas de poder en escenarios de votación.

Con la ayuda de alguno de estos índices podemos analizar la cuota de poder que tienen los distintos partidos políticos en el Parlamento surgido tras las elecciones del 20-D. Para ello recurrimos a una de las herramientas más sencillas de manejar, pero que ha recibido la mayor atención de los expertos desde 1953. Nos permite anticipar cómo pueden ir esas nuevas cuotas más allá de los meros porcentajes de asientos. A la vez, nos muestra de qué manera nuestro voto contribuye a la obtención de la cuota de poder que poseen los distintos rivales políticos.

En España, el Parlamento Nacional se compone de trescientos cincuenta asientos, por lo que un partido político que cuente con ciento setenta y seis escaños posee la mayoría absoluta. Teniendo esto presente y en vista de los resultados electorales ya conocidos por todos, el recuento de poder para cada partido, calculado mediante lo explicado con anterioridad, arroja los siguientes valores: el PP tiene una cuota de poder en porcentaje del 40,20%; el PSOE y Podemos cuentan con una cuota del 22% cada uno; Ciudadanos tiene un 6,90%; ERC-CA un 3,02%; DL un 2,54%; PNV un 1,98%; EH BILDU y UNIDAD cuentan con una cuota del 0,556% para cada uno; y para terminar CCA-PNC tiene una cuota del 0,238%.

Con estos resultados y en vista de los datos de los diputados, hay que decir que las posibles soluciones a la hora de conformar gobierno son complicadas de llevar a cabo. ¿Qué significa que el PP tenga una cuota de poder del 0.402?

Este índice, diseñado por los economistas Shapley y Shubik, lo que muestra es la capacidad de actuación que tiene cada partido político a la hora de decidir empezar una cooperación con otro u otros partidos para que su beneficio individual sea mayor formando coalición. En el caso de que se lleve a cabo una coalición en la cual el beneficio individual no aumente, la cooperación será innecesaria. Como nuestro juego está normalizado, el jugador sale beneficiado si al cooperar el beneficio que la coalición le otorga es uno; sin embargo, se mantiene como está cuando sucede lo contrario y obtiene un valor de 0.

El sumatorio de los valores de Shapley-Shubik correspondientes a cada jugador es igual a 1. Esto quiere decir que aquellos jugadores que más cerca del 1 se encuentren mayor poder de negociación/cooperación tendrán. De este modo, el PP es el jugador que tiene mayor capacidad de actuación a la hora de formar una coalición que le permita gobernar.

No obstante, aun siendo el partido que tiene el mayor de los valores, no puede establecer una coalición factible con ningún otro partido porque cuando introducimos el factor ideológico, las demás ideologías son bastante contrarias a la del mismo. La única que se acerca a sus ideales es la del partido Ciudadanos, pero cuando sumamos el número escaños de ambos jugadores vemos que no cumplen la regla de la mayoría absoluta (163<176). Al comienzo del período post-electoral se propuso que PSOE y PP formasen lo que se ha llamado “la gran coalición” pero, aun siendo perfectamente posible desde el punto de vista matemático, no lo es desde el punto de vista político. Si se hubiera formado habría sido un suicidio político para ambas partes ya que han sido, por excelencia, los dos partidos líderes del sistema bipartidista español. Son los dos bloques antagónicos más importantes. De este modo, sólo queda esperar a ver cómo se solventan los problemas en las negociaciones entre los partidos, si es que se logra encontrar una solución óptima o, de lo contrario, veremos cómo se repiten las elecciones el próximo 26 de junio.

 

Sara Reviejo Díaz:
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