Claves para entender el brexit

El pasado 19 de junio comenzaron las negociaciones oficiales para hacer efectivo el brexit, proceso clave tanto para Reino Unido como para la UE.

La Unión Europea lleva preparada para el brexit desde septiembre, mientras que Reino Unido aún no ha definido cómo quiere salir y puesto que el pasado marzo tuvieron elecciones, no había nadie con quien comenzar a negociar.

En esta primera toma de contacto ha salido ‘vencedora’ la Unión Europea, ya que Reino Unido ha aceptado todas las condiciones de negociación propuestas por Bruselas. Hecho que ha puesto de manifiesto la fragilidad del gobierno de Theresa May que en las pasadas elecciones se quedó sin mayoría absoluta.

¿Por qué abandona Reino Unido la Unión Europea? 

Para intentar mitigar los conflictos internos que Bruselas siempre había generado entre el sector británico más conservador, David Cameron decidió ceder y convocar un referéndum el pasado 23 de junio que inesperadamente ratificó la salida.

No obstante, debido a la magnitud política de la noticia, se generaron retrasos y el proceso no arrancó oficialmente hasta el 29 de marzo cuando Theresa May invocó el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

¿Qué significan ‘brexit duro‘ y ‘brexit blando’?

Es la denominación para referirse al grado de separación futuro entre Reino Unido y la UE una vez finalizado el proceso. El ‘brexit duro’ implicaría acabar con el mercado común, la unión aduanera y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia. El blando, supondría mayor cercanía con el bloque comercial y ciertas concesiones.

¿De cuánto tiempo se dispone para negociar? 

En un principio dos años. Aunque el margen podría ampliarse si las partes lo desean. En términos prácticos el plazo llega hasta octubre de 2018, puesto que hay que dejar tiempo para que lo aprueben en el Parlamento británico, en la Eurocámara y en la Comisión Europea.

¿Cuáles son los principales motivos de discusión? 

Reino Unido quería abordar en paralelo la negociación de la separación y la de la relación comercial. Pero la Unión Europea lo ha descartado ya que primero quiere resolver el futuro de los ciudadanos comunitarios en suelo británico y los costes de la ruptura.

¿Qué ocurriría si no se llegase a un acuerdo? 

Para empezar, Reino Unido quedaría al amparo de la Organización Mundial de Comercio, que implicaría control de aduanas y elevadas tarifas, tanto para las importaciones como para las exportaciones.

La primera ministra británica está dispuesta a este desenlace antes que aceptar términos que no convengan. Pero el coste económico sería muy elevado.

Diego Gómez Delgado: Graduado en Economía por la Universidad de Salamanca. Ha trabajado en prácticas en Súmate Marketing Online en el Departamento de Inteligencia Digital. Amante de la naturaleza y de los deportes al aire libre.
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