Los problemas de la internacionalización empresarial

La internacionalización de las empresas españolas se ha convertido en una buena salida en estos tiempos de crisis. La exportación puede ser el paso previo para ser internacionales o se puede ver como un modo para abrirse a nuevos mercados y aumentar las ventas en el exterior. Este es uno de los objetivos que muchas empresas tienen en mente a largo plazo. Sin embargo, estas empresas son conocedoras de que este tipo de proyectos entrañan ciertas dificultades y peligros. En la mayoría de los casos, son conscientes y previsoras. Acuden a fuentes externas para informarse o a asesores para la exportación pero, aun planificando concienzudamente las acciones y pasos a seguir de cara a exportar sus productos o servicios o dar pasos para internacionalizarse, es muy fácil encontrar trabas, problemas y dificultades de distintos tipos.

Estos son algunos de los problemas o dificultades en los que puede incurrir una empresa que desee internacionalizarse:

· La protección del comercio constituye un hándicap enorme contra el que es muy difícil luchar: los altos aranceles, trabas burocráticas u otros tipos de barreras impiden a muchas empresas comerciar entre sí. Y en algunos casos provoca que el precio final del producto sea mucho más elevado que el original.

· Los exhaustivos controles de calidad. Son algo muy importante y necesario que incluso ayuda a entrar en nuevos mercados más exigentes. Pero en algunos casos, los minuciosos controles suponen un problema para la empresa que los sufre y que ve cómo sus exportaciones se ralentizan o  quedan detenidas. La correcta presentación de documentos que certifiquen todas estas cuestiones y el conocimiento de las leyes de los países a lo que llevemos nuestros productos se torna fundamental. Esto puede suponer costes de miles de euros para una empresa minando sus ganas de salir al exterior.

· La inestabilidad económica o política juegan un papel fundamental. Basta ver un célebre ejemplo sobre Rusia para entender de qué hablamos: debido al conflicto originado en la península de Crimea en el año 2014, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó paralizar todo el comercio con la UE. Todas las exportaciones hacia ese país quedaron paralizadas. De un día para otro, muchas empresas vieron cómo se arruinaban grandes operaciones o se esfumaban buenas expectativas de negocio que podrían haber supuesto enormes fuentes de ingresos. Tocaba replantear estrategias y mirar a otros mercados.

· Otra gran dificultad al que toca enfrentarse son las diferencias culturales entre los diferentes países y regiones del mundo. Es decir, es totalmente diferente la forma de negociar de un chino a la de un americano, que tiene una forma diferente de entender los negocios de la que tiene un indio o un japonés. Es necesario empatizar de alguna forma o buscar cómo mitigar o lidiar con estas diferencias para que las relaciones fluyan con más naturalidad y los negocios se desarrollen mejor.

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