¿Qué es la internacionalización empresarial?

La internacionalización es, a día de hoy, una palabra clave para las empresas. A raíz de la crisis económica desatada en 2008, la integración de las empresas en países distintos al propio se ha convertido en gran medida en la forma que tienen estas para lograr su supervivencia y crecimiento, pero… ¿en qué consiste la internacionalización empresarial?

La internacionalización de una empresa no consiste en otra cosa que en exportar, importar, realizar inversiones en el extranjero o transmitir conocimientos relacionados con una materia a otras empresas. El proceso de internacionalización no consiste sólo en la transmisión de bienes entre empresas sino que a raíz de la evolución tecnológica se están dando cada vez más casos de venta de servicios entre empresas radicadas en diferentes países. Podríamos decir que una compañía se halla internacionalizada cuando su situación se puede definir como de interdependencia entre mercados distintos al suyo.

Los procesos que anteriormente se han enumerado para hacer referencia a la internacionalización se podrían explicar de la siguiente manera:

Exportación: la podemos definir como una acción de venta, que incluirá la entrega de unos bienes o servicios determinados entre dos empresas geográficamente situadas en países diferentes, y el cobro de la venta. La entrega se realizará en unas condiciones pactadas entre ambas. Ya sea mediante la aplicación de Incoterms o de otro modo. En cuanto al cobro de la cantidad pactada, hay diferentes formas de hacerlo seguro, aunque las más conocidas y usadas son el crédito documentario y el stand by.

Importación: lo más correcto es decir que es el mismo proceso que el anterior pero en sentido inverso, es decir: la compra, recepción y pago de mercancías o servicios  de origen distinto a nuestro país para la transformación de lo recibido y posterior venta a un tercero ya sea nacional o no.

Deslocalización de la producción e inversión directa: se trata de llevar el proceso productivo de un negocio a un país distinto. Esta acción se suele realizar para abaratar los costes de producción o para aprovechar las economías de escala, aunque también se pueden dar casos de empresas que simplemente busquen localizar una mano de obra cualificada que no pueden encontrar en su país de origen. Es más bien una decisión estratégica que busca reforzar la marca con presencia en el país de destino.Se lleva a cabo mediante la construcción de infraestructuras en otros países. La inversión directa y la deslocalización de la producción no son exactamente lo mismo, ya que la inversión directa nos puede llevar a la construcción de otras infraestructuras que no sean un lugar de producción como almacenes o lugares de exposición.

Transmisión de conocimiento o know-how: esto se puede definir como la transferencia de tecnologías entre empresas para lograr una ventaja competitiva en un país o un mercado determinado. El know-how de una empresa es algo intangible y por tanto el beneficio que esta transmisión puede tener para los negocios es incalculable. Por otra parte, hay que tener mucho cuidado al llevar a cabo esta transmisión de información y estudiar minuciosamente las leyes del país de destino en cuanto a los derechos de propiedad intelectual, ya que tras haber realizado esta transmisión de conocimientos nos podemos encontrar con que rápidamente nuestra ventaja ha sido anulada por unos competidores nacionales que han obtenido gratuitamente nuestra valiosa información.

En resumen, éstas son las cuatro formas por las que cualquier empresa podría optar una vez se ha decidido a llevar a cabo un proceso para extenderse a mercados que no sean el suyo propio.

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